La conservación de las tortugas marinas en el Pacífico mexicano ha encontrado en la Red Tortuguera un aliado inquebrantable desde su fundación en 1986. Iniciada en la playa El Naranjo en Compostela, Nayarit, esta red ha desplegado una serie de esfuerzos significativos en pro de estas emblemáticas especies en Bahía de Banderas. Desde el monitoreo y resguardo de nidos hasta la liberación de crías y la atención a tortugas lastimadas, la Red Tortuguera ha dejado una huella indeleble en la conservación marina.
Para explorar más a fondo el impacto y la importancia de esta iniciativa, conversamos con Tamara Blazquez Haik, fotógrafa conservacionista, educadora ambiental y activista. Tamara, con su lente y su voz, ha documentado y defendido la biodiversidad de México, siendo una ferviente defensora de la conservación marina. Su perspectiva única nos brinda una mirada íntima a los desafíos y triunfos que ha enfrentado la Red Tortuguera a lo largo de los años.
En esta entrevista, Tamara nos comparte sus experiencias y reflexiones sobre el trabajo incansable de la Red, la vital importancia de proteger las tortugas marinas y cómo la educación ambiental y la colaboración comunitaria pueden generar un cambio duradero.
Cuéntanos sobre la Red Tortuguera A.C., ¿cuál es el rol de los voluntarios, qué tipo de actividades realizan durante la temporada de anidación y liberación?.
La Red Tortuguera inició en septiembre de 1986 en la playa El Naranjo en Compostela, Nayarit. Desde ese día, la Red, encabezada por Vicente Peña, ha llevado a cabo distintos esfuerzos en pro de las tortugas marinas en distintas zonas de Bahía de Banderas en el Pacífico mexicano.
Las labores de los voluntarios y de la Red en general van desde el monitoreo y resguardo de nidos, monitoreo de playas, liberación de crías, rastreo satelital de la tortuga carey, especie en peligro crítico de extinción, atención a tortugas lastimadas y enfermas, entregas de reportes a las autoridades para implementación de iniciativas similares en otras zonas, y también la capacitación en las distintas comunidades de la bahía para que en el mediano plazo establezcan campamentos de protección propios.
¿Cómo ha afectado el desarrollo urbano y turístico en Bahía de Banderas a las zonas de anidación de las tortugas marinas?
El desarrollo urbano y turístico sigue invadiendo las playas donde estos animales anidan, poniendo en riesgo la supervivencia de las especies, compactando las playas, aplastando nidos y a veces esta invasión facilita el saqueo de los nidos y la caza de las tortugas. También el constante desarrollo contribuye al cambio climático, al aumento de las temperaturas de las playas y la contaminación del agua del mar. Todo esto afecta a las tortugas.
¿Cómo colaboran con los hoteles para proteger los nidos de tortugas y cuál ha sido el impacto de esta colaboración?
Monitoreando los nidos y liberando tortugas. Con esta estrategia se han implementado mejores prácticas que apoyan a la conservación de estos animales, se ha generado más conciencia con respecto a la importancia de las tortugas marinas y al trabajar con hoteles se involucra a las personas tanto foráneas como locales en la conservación de estos reptiles, generando lazos y mayores redes de protección y una comunidad en pro de las tortugas marinas.
El año pasado la Red liberó unas 96 mil crías, se recorrieron 75 km de playa todas las noches durante 8 meses en labores de monitoreo y se recolectaron 1300 nidos de tortugas golfina, carey y negra, estos resultados no son solo por la colaboración con hoteles, sino también con las diferentes comunidades de la Bahía.
¿Qué características tienen las tortugas golfina, carey y negra que visitan Bahía de Banderas, y cómo varían sus necesidades de conservación?
Cada especie es única, la tortuga carey está en grave peligro de extinción, así que el apoyo a la especie que proveen los campamentos tortugueros e iniciativas como la Red Tortuguera para recolectar los huevos y ponerlos a salvo hasta que eclosionan y luego liberar a las crías es de gran ayuda. Las tortugas golfina y negra ya no están en peligro, sin embargo, se les extienden las mismas protecciones a sus nidos y tampoco se permite la caza de estas al igual que con la carey ya que de hacerlo las poblaciones disminuirían drásticamente. Sin embargo, problemas como contaminación del océanos, altas temperaturas en las playas que generan que nazcan más hembras que machos, colisiones con embarcaciones o que se enreden con redes de pesca y mueran en el mar son algunas de las mismas amenazas que enfrentan todas las especies.
¿Cuáles son las principales amenazas que enfrentan las tortugas marinas en la bahía y cómo las están abordando?
Colisiones con embarcaciones, las redes de pesca abandonadas en el océano y la contaminación de este, las altas temperaturas en playas, el saqueo de nidos, la caza de las tortugas por su carne y el desarrollo urbano y turístico con algunas de las amenazas a las que se enfrentan además del cambio climático y la depredación natural.
En la parte del mar, como bien comenta la Red Tortuguera es difícil aplicar la ley, pero ya en la costa los programas de conservación de los nidos, el rescate y rehabilitación de tortugas heridas, las liberaciones y el tejido de redes comunitarias para generar conciencia, educación, datos y mejores políticas de protección para estas especies, está ayudando mucho. Sin embargo, aún se pelea mucho por frenar el desarrollo urbano que invade los ecosistemas naturales ya que sin ecosistemas no hay especies que puedan sobrevivir.
¿Cuáles son los planes futuros de la Red Tortuguera A.C. y cómo piensan asegurar la sostenibilidad de sus esfuerzos de conservación en los próximos años?
Como organización, el reto anual de la Red Tortuguera es generar los recursos para poder operar, y luego de 36 años el principal proyecto es encontrar más personas dispuestas a seguir este trabajo y cada año replicar impactos como los enlistados anteriormente o incluso mayores.